CAPITAL SOCIAL
El capital social, hace referencia a aquel capital que posee un individuo derivado de la interacción social con las demás personas. Para ser más precisos definiciones de autores como Robert Putnam, o incluso de organismos internacionales como el Banco Mundial o el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) derivan de un bagaje teórico y conceptual que remontan en cierta medida hasta autores de la época del mismo Karl Marx.
Resulta evidente la importancia del capital social para el desarrollo del ser humano, dado que no se puede entender la vida humana sin tener en cuenta que esta se desarrolla en un entramado de relaciones individuales y al mismo tiempo estas redes potencian las capacidades individuales. Es decir que el individuo es resultado y generador de la cohesión social, y es donde radica la importancia del capital social.
Para desarrollar el concepto de capital social, se tomó en cuenta tres grupos según su relevancia: el primero partirá de los precursores que abarcaron ideas relacionadas al capital social, pero que no llegaron a denominarlo como tal; el segundo está conformado por los desarrolladores con aquellas ideas que se acercan más al capital social y que empiezan a utilizar dicho término de forma explícita; el último aborda las ideas de los tres principales autores de capital social: Bourdieu, Coleman y Putnam.
Figura N° 1.1. Clasificación de la teoría del capital social según autores
Fuente: Elaboración propia.
Primer grupo (precursores)
Los precursores del capital social se desarrollaron en el siglo XIX. Estos autores abordaron conceptos que significaron una aproximación a la definición moderna de capital social, sin embargo, ninguno logró estudiarlo de forma extensa. El autor más conocido de esta lista es Karl Marx (1818 – 1883), que junto a Friedrich Engels (1820 – 1895) escribió varias de sus obras más importantes. La aproximación de Marx al capital social viene por el lado de la conciencia de clase o la solidaridad de clase (como se citó en Pisani, 2019). Dado que para Marx el capitalismo se explica a partir de la lucha de clases, la conciencia de pertenencia a alguna de estas clases es importante para el éxito de unas sobre otras. Este es aún un concepto de capital social muy distante a la definición moderna, pero ya se vislumbraba la importancia de la unión de individuos en grupos.
Alexis de Tocqueville[1] (1805 – 1859), político e historiador cuyo acercamiento al capital social viene por el lado del espíritu público y la democracia, aborda la importancia de la cohesión social[2] y el civismo dentro del pensamiento liberal, en otros términos, la importancia del capital social dentro del pensamiento liberal.
Émile Durkheim (1858 – 1917), sociólogo francés se acercó más al concepto actual de capital social. Su análisis gira en torno al mercado de trabajo, y explica cómo se presenta la solidaridad en el trabajo rural, tomando en cuenta incluso valores familiares, sin embargo, estos valores no están presentes en la misma forma en el mercado laboral en los grandes centros urbanos, perdiendo el sentido de la solidaridad[3].
Otro de los autores ampliamente conocidos que se acercó a la noción de capital social fue Max Weber (1864 – 1920), filósofo alemán. Su trabajo sobre la ética protestante es ampliamente conocido, y es mediante este que se acerca al concepto de capital social. Este indica que el surgimiento y éxito del capitalismo se debió a la difusión de la ética protestante, es decir que el comportamiento difundido por las iglesias protestantes motivaba a las asociaciones económicas y a la acumulación, a diferencia de la ética de la iglesia ortodoxa[4]. Evidentemente este es un acercamiento mucho mayor al concepto actual de capital social.
Además de estos autores, existen otros que también se acercaron al concepto de capital social en sus obras, entre estos se puede citar a John Stuart Mill (1806 – 1879) con su aproximación mediante la confianza[5], Georg Simmel (1858 – 1918) a través de la sociabilidad, Ferdinand Tönnies (1855 – 1936) que se refirió a la reciprocidad y Marcel Mauss (1872 – 1950) en cuanto a la reciprocidad de intercambios[6], entre otros. Más allá de los aportes hechos por los precursores en el siglo XIX y comienzos del siglo XX, el concepto moderno de capital social se desarrolló con mayor fuerza en la segunda mitad del siglo XX.
Tabla N° 1.1. Aproximación al capital social de los principales precursores
Fuente: Elaboración propia
Segundo grupo (desarrolladores)
En el segundo grupo pertenecen aquellos autores que intentaron definir el capital social y vienen desde la segunda mitad del siglo XX hasta la actualidad. De esta manera, se encuentra el educador Lyda Hanifan a quien se le atribuye el surgimiento del término capital social. Por otro lado, está Hanifan, quien en su libro “The Rural School Community Center” de 1916 define el capital social como una serie de elementos intangibles, entre los que se menciona la buena voluntad, la amistad, la simpatía, la participación y las relaciones sociales; además indica que el capital social podría solucionar los principales problemas de la sociales, económicos y políticos[7]. A pesar del gran aporte de Hanifan a la construcción teórica del capital social, su aporte no fue suficiente para despertar el interés de la academia, lo que significó que el estudio del capital social haya sido abandonado por varias décadas[8].
Es así que, en el año 1961, Jane Jacobs, una urbanista, retoma el estudio del capital social, esta vez enfocado desde el punto de vista de su profesión. Jacobs explica la crisis en las sociedades americanas a partir de la infraestructura urbana, es decir valoriza elementos como la calle, el distrito, el manzano, el barrio, la cercanía, la densidad y los edificios como medios de generación de capital social, y busca el resurgimiento de estos para solucionar los problemas de la sociedad mediante la generación de capital social[9].
Con una postura sociológica, Mark Granovetter realizó grandes aportes a la teoría del capital social. En primera instancia, este autor muestra que las decisiones económicas están fuertemente ligadas a las decisiones sociales, es decir que no puede aislarse el estudio de uno respecto al otro; a partir de esto menciona la importancia de elementos del capital social (considerando que Granovetter no utiliza el término de capital social de forma explícita) como la solidaridad y la confianza en las relaciones económicas, por lo que los costos de transacción disminuyen a medida que el capital social incrementa[10]. Otro gran aporte de este autor al capital social es la clasificación de las relaciones sociales en lazos fuertes y lazos débiles; el primero se refiere a aquellos vínculos más cercanos y cerrados, como suele ser la familia, mientras que el segundo hace referencia a otros vínculos externos[11]. Dentro del estudio empírico, Granovetter identifica una mayor dificultad de los jóvenes negros de ingresar al mercado laboral, esto debido a que los jóvenes en general no encuentran trabajo, sino que lo consiguen a partir de los lazos débiles, y al tener los padres de los jóvenes negros menor acceso a cargos influyentes, los beneficios de los hijos de los lazos débiles se ven disminuidos[12].
Por otro lado, Moses Abramovitz aporta a la teoría del capital social con el desarrollo del término “social capabilities”, el cual hace referencia a la capacidad de la población de aprovechar las oportunidades económicas, a partir de las cualidades y características que obtienen desde sus organizaciones económicas, políticas y sociales; en síntesis, el “social capabilities” son las cualidades que adquiere una población a partir de su capacidad de generar capital social[13].
Dentro de este repaso teórico no podía faltar el abordaje a la visión neoclásica de la economía con Gary Becker y Douglas North. De esta manera, Becker utiliza la teoría microeconómica para explicar fenómenos sociales como las relaciones sentimentales, la familia y otros temas relacionados. En este sentido, a partir de una función de utilidad económica, este autor concluye que el capital social de cada individuo está conformado por las influencias sociales, y estas son de naturaleza privada, lo que significa que, desde la elección racional y considerando el beneficio personal, cada individuo elije el nivel de influencia social que posee[14].
Por su parte, el aporte de North[15] a la teoría del capital social radica en la importancia de los niveles de confianza interpersonal, los cuales pueden permitir que se reduzcan los costos de transacción[16] cuando existe intercambio con grupos que no comparten ideas, sentimientos o formas de actuar[17]. Sin embargo, este autor difiere de Becker al proponer que el capital social es de naturaleza pública y no privada, idea fuertemente soportada por Elinor Ostrom y su teoría de los comunes, por lo tanto, el capital social sería parte de la estructura social[18].
Cerrando este grupo de autores se encuentra Francis Fukuyama, quien desarrolla con mayor precisión el concepto de capital social. A grandes rasgos, para Fukuyama, el capital social es una forma de alcanzar objetivos comunes, sin embargo de forma más precisa es producto de la confianza, y al mismo tiempo la confianza deviene de las normas, sin embargo se debe resaltar que la confianza no se genera de forma automática, improvisada, ni mucho menos de forma premeditada, por el contrario, la confianza es creada y transmitida por mecanismos culturales, como ser comportamientos sistemáticos y morales, creencias religiosas y costumbres sociales, es decir que la confianza es resultado de un proceso evolutivo complejo[19]. Además de esto, Fukuyama atribuye al capital social el surgimiento de las democracias liberales modernas, dado que al ser este un mecanismo para canalizar intereses es utilizado por la sociedad como un mecanismo de protección ante posibles abusos sociales, políticos o económicos[20].
En la tabla N° 1.2 se aprecia los elementos más importantes del capital social desde diferentes autores y puntos de vista.
Tabla N° 1.2. Definición y aporte de los desarrolladores del capital social según autor
Fuente: Elaboración propia
Tercer grupo (principales)[21]
A continuación, se desarrollará el aporte de los tres autores principales de la teoría del capital social, Bourdieu, Coleman y Putnam, quienes incluyen en su teoría la contribución de varios de los autores de los anteriores dos grupos, e incluso se presentan muchas similitudes entre las tres posturas, sin embargo, la revisión de estos autores servirá como síntesis de toda la teoría de capital social.
El primero de este grupo es Pierre Bourdieu, sociólogo francés. Los primeros acercamientos de Bourdieu al capital social fueron en la década de 1970, con simples menciones dentro de sus investigaciones, sin embargo, en 1985 se interioriza más al capital social a partir de su trabajo “Las formas de capital” en la que abarca no solo el capital social, sino demás otras formas de capital como el económico y el cultural. Es así que, para Bourdieu el capital social es la pertenencia a un grupo más o menos institucionalizado que posee recursos propios y dentro de la cual existe intercambio social.
Esta definición está constituida por cuatro elementos clave: a) la pertenencia a un grupo, esto significa que el individuo posee a un grupo o a una red duradera de relaciones sociales intangible, además esta pertenencia debe ser estable y tener límites claros; b) Intercambio social, el cual puede ser material o simbólico, de cualquier forma el intercambio dentro del grupo es una forma de demostrar conocimiento y reconocimiento mutuo entre los integrantes del grupo, generando implícitamente obligaciones duraderas, lo que puede llamarse reconocimiento, respeto y amistad; c) Institucionalización, lo cual le da al grupo una existencia “cuasi-real” y puede generarse a partir de asignar un nombre al grupo, esto también significa que una simple relación de respeto entre individuos no puede ser considerado como capital social por la falta de institucionalización; finalmente d) Recursos en posesión del grupo, también puede explicarse como la capacidad de generar recursos, o también entendido como beneficios, los cuales pueden ser materiales o simbólicos.
Además, Bourdieu desarrolló dos aspectos que deben ser considerados; primero, la relación de capital social con las clases sociales[22], y la relación entre capital social y poder[23].
De forma posterior a Bourdieu, James Samuel Coleman complementó y desarrolló la teoría de capital social en sus trabajos de 1988 y principalmente en su trabajo “Fundations of social theory” de 1990. Su aporte se basa en la concepción de que el capital social actúa como vínculo entre dos tradiciones explicativas de la acción social contrarias, pero complementarias; por un lado está la postura que intenta explicar el fenómeno social a partir del “sociologismo”, el cual considera que el comportamiento humano está determinado por las normas, reglas y obligaciones que rigen en la sociedad, o llamado de otra forma, por la estructura social; por otro lado está la postura “economicista”, que explica el comportamiento social a partir de los intereses propios de los individuos. Es a partir de esta concepción que puede explicar el funcionamiento del capital social desde dos posturas, la explicación vertical (parte de lo micro o individual a lo macro o colectivo) y la horizontal (en el que cualquier aspecto de la estructura social determina el rol del individuo).
Delimitando más el concepto de capital social, Coleman indica que cualquier relación y estructura de la vida social puede generar capital social, sin embargo desarrolla seis diferentes formas de capital, de las cuales tres son mayormente desarrolladas: a) la primera forma de capital social es la que se genera a partir de las expectativas de reciprocidad y obligación ante un favor que realiza un individuo a otro, sin embargo este está determinado también por el nivel de confianza que existe entre los agentes y el grado de extensión de las obligaciones; b) el potencial de información conlleva al segundo tipo de capital social, desde el cual se concibe que la redes de confianza disminuyen o eliminan los costos de información, es decir que el capital social permite un mejor acceso a información sin generar la obligación de reciprocidad; c) en tercer lugar, según Coleman, las relaciones basadas en las normas y las sanciones generan capital social, y según el cual, ante mayor grado de normas, mayor nivel de capital social para el individuo. Las otras formas de capital social que derivan de las anteriores son d) las relaciones de autoridad, e) las organizaciones sociales apropiables para otros fines y f) las organizaciones intencionales.
Finalmente, Coleman indica que el capital social puede ser creado, mantenido o destruido dependiendo de ciertos elementos. La propiedad de cierre que conlleva a la existencia de un número suficiente de vínculos, lo cual permite que exista observancia dentro del grupo. La estabilidad de la estructura social, que equivale a la limitación o control de la movilidad de los integrantes del grupo. Y la ideología, que permite al capital social ser tratado como capital económico en cuanto a la depreciación, es decir que la ideología funciona como una forma de mantenimiento del capital social, una renovación. Además, menciona que toda acción que reduzca la necesidad de buscar ayuda o asociación con otros individuos destruye el capital social, ejemplos de esto son la riqueza y la asistencia gubernamental.
Para cerrar el repaso teórico, los aportes de Robert David Putnam, le da un giro al estudio del capital social al realizar un estudio empírico, “Making democracy work” del año 1993 donde intenta entender la diferencia en el desempeño institucional de los gobiernos regionales de Italia. Parte de preguntarse cuáles son las condiciones que permiten crear instituciones fuertes; descartando desde un inicio que la explicación sea las diferencia en las condiciones de modernización de las regiones, además de descartar también la prosperidad económica como explicación de estas desigualdades.
Putnam, antes de entrar de lleno al capital social desarrolla el concepto de comunidad cívica o civilidad; esta es la cualidad de la ciudadanía de poseer un alto nivel de compromiso cívico, lo que se traduce en valores como la solidaridad, la confianza y la tolerancia, incluso llega a medir estos valores con indicadores como nivel de lectura de periódicos en una sociedad o su nivel de participación política.
El concepto de civilidad de Putnam se asemeja mucho al pensamiento del republicanismo, del comunitarismo y de la cultura cívica, sin embargo, su gran aporte se encuentra en la relación que logra de la civilidad con el capital social desde la definición brindada por Coleman. Para explicar la relación entre capital social y civilidad Putnam reconoce dos formas en que las sociedades pueden resolver sus problemas relacionados al oportunismo, al engaño y a la evasión de responsabilidades; por un lado está la solución hobbesiana, refiriéndose a la intervención de un tercer agente con la autoridad suficiente para dar una solución vertical; y la otra forma de resolver estos conflictos es mediante la cooperación voluntaria entre los involucrados, siendo esta la forma óptima de resolver los conflictos. Por lo tanto, la relación entre la civilidad y las formas de solucionar conflictos específicos da como resultado la acumulación de capital social.
En cuanto a la definición de capital social, Putnam toma la misma definición de Coleman, pero aumentando algunos elementos. Por lo tanto, de forma concreta el capital social está conformado por la confianza, por las normas de reciprocidad y por las redes de compromiso cívico. De los tres elementos mencionados, la confianza es el más importante, y para entender lo que significa utiliza como ejemplo los sistemas rotativos de crédito[24], en los cuales los individuos dentro de un grupo aportan cantidades fijas de dinero cada mes, y de forma rotatoria el monto acumulado de cada mes se le asigna a una persona del grupo; en este ejemplo la confianza garantiza que todos los involucrados cumplan con sus cuotas mensuales, más allá de que hayan o no recibido el monto asignado.
Las normas de reciprocidad permiten reducir los costos de transacción y facilitar la cooperación, existen dos tipos de normas de reciprocidad, las específicas que consisten en intercambios de igual valor, y las generalizadas que son las que generan altos niveles de capital social, y son relaciones continuas de intercambio. El tercer elemento son las redes de compromiso cívico, que tienen como característica ser redes intensamente horizontales, al mismo tiempo este elemento promueve las normas de reciprocidad y mejora el uso de la información.
A diferencia de Coleman, Putnam considera capital social a toda forma de encuentro social, incluyendo encuentros entre amigos. Sin embargo, hace una diferenciación entre ocho tipos de capital social, que se pueden contrastar dentro de cuatro pares. El capital social formal y el informal se diferencian por la existencia de bases organizativas identificables, el capital social denso y tenue se identifican según el grado de interacción dentro de un espacio social, el capital social vuelto hacia adentro y el vuelto hacia afuera se diferencian según el objeto del beneficio. Respecto al tipo de vínculos sociales se tiene al capital social vinculante con enlaces de unión entre individuos de la misma red (bonding); al que establece puentes entre individuos de redes diferentes, pero del mismo nivel (bridging); y al que construye enlaces entre individuos de redes de diferentes niveles jerárquicos (linking) que se diferencian según la composición de sus integrantes[25]. En la siguiente tabla se establecen las características principales de la clasificación de capital social:
Tabla N° 1.3. Clasificación del capital social según Putnam
Fuente: Ramirez Plascencia, J. (2005). Tres visiones sobre capital social: Bourdieu, Coleman y Putnam. Acta republicana política y sociedad.
El capital social es un concepto cuyo desarrollo y aplicación ha crecido considerablemente en las ciencias sociales. A pesar de que existen diversas definiciones de capital social, la gran mayoría de éstas confluyen en que este capital se refiere a las características de grupos sociales, como el grado de confianza interpersonal, las normas de reciprocidad y la asociatividad – la membresía a organizaciones voluntarias – que facilitan la acción colectiva.
El capital social entonces, se constituye en un bien público que se expresa en las relaciones sociales y que está basado tanto en los valores de solidaridad como en comportamientos sociales y cívicos que reflejan la cohesión social y eficacia colectiva. Para efectos del presente trabajo se entenderá que:
[1] Este autor fue un gran pensador del liberalismo, y en este marco surge la discusión entre libertad e igualdad; es decir si el incremento de las libertades individuales se traduce en una reducción de la igualdad.
[2] Saínz Vidal, L. (2014). Tocqueville: La sociedad civil y la democracia. Barcelona: Tesis Doctoral.
[3] Merton, R. (2002). La división del trabajo social de Durkheim. Reis. Revista Española de Investigación Sociológica, PP. 201-209.
[4] Pereyra Chamorro, H. (2018). La ética protestante y el “espíritu” del capitalismo. Max Weber. Universidad de Santiago de Compostela. Max Weber Alianza Editorial.
[5] Pisani, E. (2019). Revisitando las teorías del capital social: enfoques conceptuales y medición. Cuadernos Sociología UCM, PP. 1-42.
[6] Martinez Cárdenas, E. (2017). El capital social en clave de paz – Confianza, compromiso cívico y participación política en Cundinamarca. Bogota: Escuela superior de administración pública.
[7] Pisani, E. (Julio 2019). Revisitando las teorías del capital social: enfoques conceptuales y medición. Cuadernos Sociología UCM, PP. 1-42.
[8] López Fernández, M., Alcázar, F., & Romero Fernández, P. (2007). Una revisión del concepto y evolución del capital social. Conocimiento, innovación y emprendedores: Camino al futuro, PP. 1060-1073.
[9] Pisani, E. (Julio 2019). Revisitando las teorías del capital social: enfoques conceptuales y medición. Cuadernos Sociología UCM, PP. 1-42.
[10] Pisani, E. (Julio 2019). Revisitando las teorías del capital social: enfoques conceptuales y medición. Cuadernos Sociología UCM, PP. 1-42.
[11] Cuellar Saavedra, O., & Bolivar Espinoza, G. (2009). Capital Social Hoy. Revista de la Universidad Bolivariana, PP. 195-217.
[12] Portes, A. (1999). Capital social: sus orígenes y aplicaciones en la sociología moderna. En J. Carpio, & I. Novacovsky, De igual a igual. El desafío del Estado ante los nuevos problemas sociales.
[13] Pisani, E. (Julio 2019). Revisitando las teorías del capital social: enfoques conceptuales y medición. Cuadernos Sociología UCM, PP. 1-42.
[14] Pisani, E. (Julio 2019). Revisitando las teorías del capital social: enfoques conceptuales y medición. Cuadernos Sociología UCM, PP. 1-42.
[15] Considerado como el padre del neo-institucionalismo, corriente que resalta el valor de las instituciones formales (leyes, Estado, escuelas, etc.) e informales (normas no escritas de comportamiento, costumbre, etc.) en el desarrollo de las sociedades.
[16] Los costes de transacción pueden ser entendidos como los costos externos al realizar una transacción, en este caso son los costos no necesariamente monetarios de relacionarse con agentes externos.
[17] Martinez Cárdenas, E. (2017). El capital social en clave de paz – Confianza, compromiso cívico y participación política en Cundinamarca. Bogota: Escuela superior de administración pública.
[18] Pisani, E. (Julio 2019). Revisitando las teorías del capital social: enfoques conceptuales y medición. Cuadernos Sociología UCM, PP. 1-42.
[19] Pisani, E. (Julio 2019). Revisitando las teorías del capital social: enfoques conceptuales y medición. Cuadernos Sociología UCM, PP. 1-42.
[20] Martinez Cárdenas, E. (2017). El capital social en clave de paz – Confianza, compromiso cívico y participación política en Cundinamarca. Bogota: Escuela superior de administración pública.
[21] Ramirez Plascencia, J. (2005). Tres visiones sobre capital social: Bourdieu, Coleman y Putnam. Acta republicana política y sociedad.
[22] Este autor basó su investigación en torno a la teoría de la división de clases, por lo cual dentro de una sociedad siempre existirán grupos con mayor capital social que otros, esto se explica por el capital social individual depende del volumen de capital social económico, cultural y simbólico en posesión de cada grupo, el cual también es diferente dentro de las sociedades.
[23] El capital social se constituye en un “poder social fundamental” vinculado tanto con la representación política como con el poder, ya que existe un capital social desigual entre grupos, y existe una delegación institucionalizada dentro de los grupos.
[24] En Bolivia esta es una práctica común y muy arraigada a la cultura, se la conoce como “Pasanaku”.
[25] Estudios empíricos muestran el beneficio de una gran cantidad de vínculos intragrupo (bonding) para aumentar las capacidades de adaptación de una comunidad después de eventos extremos (Adger, 2003), o también el enlace entre relaciones de transición intergrupales (bridging), y la baja delincuencia (Aldrich y Meyer, 2015). El capital social también está vinculado a un mejor desempeño económico ya que las interacciones sociales repetidas facilitan la confianza y la cooperación y reducen los incentivos para el comportamiento oportunista (free riding) (Adger, 2003). Sin embargo, un capital social fuerte puede tener efectos negativos. Por ejemplo, los enlaces de tipo bonding a veces contribuyen a la exclusión de individuos ubicadas en la periferia de las redes (Aldrich, 2012). Por lo tanto, es importante tener en cuenta que, aunque los informes sociales generalmente tienen consecuencias positivas para la comunidad en general (StatisticsCanada, 2015), a veces conducen a externalidades negativas.
Las opiniones expresadas en este documento son de exclusiva responsabilidad de los autores y no reflejan necesariamente una posición del Gobierno Autónomo Municipal de La Paz.
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