SEGURIDAD CIUDADANA
Por: Javier Gustavo Pérez Mendieta – Unidad de Investigación y Políticas Municipales
El término seguridad ciudadana empezó a utilizarse, con mayor fuerza en América Latina, en un contexto de recuperación de las democracias en las décadas de 1970 y 1980 para diferenciarlo del concepto de seguridad pública que “era identificado con la noción de seguridad nacional, la cual se enfocaba más en la protección del Estado-nación que en los ciudadanos” (Asesoría Técnica Permanente del Congreso Nacional de Chile, 2023). Como señalan García y Zambrano (2005), en la época de las dictaduras en América Latina, el concepto de seguridad fue concebido “en el contexto de la doctrina de seguridad nacional, sobre todo en lo relacionado a la tesis del enemigo interno”.
En este mismo sentido, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (2009) en su Informe sobre Seguridad Ciudadana y Derechos Humanos sostiene que el concepto de seguridad ciudadana deriva de un “enfoque centrado en la construcción de mayores niveles de ciudadanía democrática, con la persona humana como objetivo central de las políticas a diferencia de la seguridad del Estado o el de determinado orden político”.
El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo – PNUD (2014) define a la seguridad ciudadana como el proceso de establecer, fortalecer y proteger el orden civil democrático, eliminando las amenazas de violencia en la población y permitiendo una coexistencia segura y pacífica. Se le considera un bien público e implica la salvaguarda eficaz de los derechos humanos inherentes a la persona, especialmente el derecho a la vida, la integridad personal, la inviolabilidad del domicilio y la libertad de movimiento”.
La Asesoría Técnica Permanente del Congreso Nacional de Chile (2023) señala que “la seguridad ciudadana puede ser entendida como una modalidad específica de la seguridad humana, relacionada con la seguridad personal y, más específicamente, con amenazas como el delito y la violencia. De este modo, la seguridad ciudadana consiste en la protección de un núcleo básico de derechos, incluidos el derecho a la vida, el respeto a la integridad física y material de la persona, y su derecho a tener una vida digna”.
A pesar de esta concepción acotada de la seguridad ciudadana como la prevención del delito y la violencia y el resguardo de la integridad física, el PNUD (2014) recuerda que la “seguridad ciudadana no trata simplemente de la reducción de los delitos sino de una estrategia exhaustiva y multifacética para mejorar la calidad de vida de la población, de una acción comunitaria para prevenir la criminalidad, del acceso a un sistema de justicia eficaz, y de una educación que esté basada en los valores, el respeto por la ley y la tolerancia”.
De esta manera, la seguridad ciudadana, como parte de un amplio concepto de seguridad humana, se refiere al proceso, liderado y gestionado por el Estado y con participación ciudadana, que tiene el objetivo de proteger a las personas de amenazas contra la seguridad personal, protegiendo su integridad y mejorando su calidad de vida, por lo que también involucra respeto a la ley, tolerancia y acceso a la justicia.
Referencias bibliográficas
Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo – PNUD (15 de abril de 2014). Sinopsis: Seguridad Ciudadana. https://www.undp.org/es/publications/sinopsis-seguridad-ciudadana
Asesoría Técnica Permanente del Congreso Nacional de Chile (2023). Los conceptos de Seguridad Ciudadana y Seguridad Humana. https://obtienearchivo.bcn.cl/obtienearchivo?id=repositorio/10221/34315/2/GRID_GF_Seguridad_Humana_y_Seguridad_Ciudadana.pdf
Comisión Interamericana de Derechos Humanos (2009). Informe sobre Seguridad y Derechos Humanos. https://www.cidh.org/countryrep/Seguridad/seguridadii.sp.htm
GARCÍA OJEDA, Mauricio; ZAMBRANO CONSTANZO, Alba (2005). “Seguridad ciudadana: el aporte de las metodologías implicativas”. Revista de Psicología, vol. XIV, núm. 2, pp. 63-79. Universidad de Chile Santiago, Chile. https://www.redalyc.org/pdf/264/26414205.pdf
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