CIUDADES BIOFÍLICAS
Por: Javier Gustavo Perez Mendieta – Unidad de Análisis de Políticas
Antecedentes y problemática
Las ciudades solo ocupan entre el 1% y el 3% de la superficie terrestre, sin embargo, concentran a casi el 60% de la población mundial, significan entre el 60% y 80% del consumo de energía y el 75% de las emisiones de carbono (Molina et al, 2020; ONU Hábitat, s/f). En el futuro se espera tanto un incremento de la población urbana como de la ampliación de las áreas que ocupan.
El crecimiento de las áreas urbanas está significando, en muchos casos, la pérdida de áreas verdes. Una de las amenazas más importantes se da por los patrones de dispersión de baja densidad que hacen que el crecimiento territorial de las ciudades ponga en riesgo centros de biodiversidad o áreas protegidas cercanas (Fundación Edward Wilson, 2020).
Como consecuencia de esta situación, la planificación urbana apunta, o debería apuntar, cada vez más a la generación de respuestas que vinculen nuevamente a las personas con la naturaleza. El biólogo E. O. Wilson concibió la biofília como “la afiliación emocional innata entre el ser humano y otros organismos vivos” (Taboada, José, s/f). Posteriormente, se atribuye a Timothy Beatley la creación del concepto de ciudades biofílicas para referirse a aquellas “que presentan un diseño urbano que les permite a los habitantes desarrollar actividades y un estilo de vida que los deja aprender de la naturaleza y comprometerse con su cuidado” (Taboada, José, s/f).
Definición
Las ciudades biofílicas serían aquellas que tienen como objetivo conseguir espacios donde habitar sin que para ello se destroce la naturaleza, que promuevan crear conexiones visuales y físicas con la naturaleza e incorporen materiales naturales, o aquellos que imitan a la naturaleza y las formas naturales (Océane Bidault, 2017).
A manera de identificación y evaluación, las ciudades biofílicas tendrían una serie de características distinguibles (Taboada, José, s/f y Océane Bidault, 2017):
- La mayoría de su población tiene un espacio verde al que tiene acceso a 10 minutos caminando o 200 metros de distancia.
- Poseen un gran espacio de la ciudad cubierto por vegetación.
- Los espacios verdes están conectados entre sí en circuitos.
- Integran los espacios verdes para crear ambientes multisensoriales.
- Se otorga un papel importante a la educación de la naturaleza en terreno.
- Muchas de las viviendas están cubiertas por zonas verdes (Tejados y paredes verdes) lo que favorece un ahorro en calefacción y reducción de la contaminación.
- Los ciudadanos realizan actividades al aire libre en contacto con la naturaleza.
- El gobierno tiene como una de sus prioridades la conservación del medio ambiente.
Casos e iniciativas
A iniciativa de Timothy Beatley fue creada la Red de Ciudades Biofílicas, que actualmente cuenta con más de 25 ciudades miembros[1]. Este grupo busca mejorar, en las ciudades, la conexión entre sus habitantes y la naturaleza urbana, requiriéndose, para ello, cambios en la planificación y el diseño de políticas bajo la comprensión de que todas las ciudades son biofílicas en algún grado y tienen el potencial de ser más biofílicas[2].
A partir del concepto, su desarrollo y socialización, el diseño de políticas públicas biofílicas incrementó en número y calidad. Algunos casos merecen especial atención:
- En Singapur las imágenes confirman que aproximadamente la mitad de la superficie de la ciudad está ahora cubierta de vegetación. Parte de ella se encuentra en tejados como los del Kampung Admiralty, un proyecto de desarrollo de viviendas sociales de uso mixto de varios pisos diseñado por la WOHA (una empresa de diseño y construcción), cuyo tejado en capas está casi totalmente cubierto por un bosque tropical (Fundación Edward Wilson, 2020).
- N’Parks de Singapur cuenta con un programa de incentivos llamado Skyrise Greenery que financia hasta un 75% de los proyectos para huertos urbanos en azoteas y muros vegetales (Martínez Gaete, 2013).
- Entre los parques grandes y bastante biodiversos se encuentran el Sutton Park en Birmingham, Reino Unido (unos 2.400 acres), el Forest Park en Portland (unos 5.100 acres) y los parques del desierto y la montaña en Phoenix (que suman más de 40.000 acres) (Fundación Edward Wilson, 2020).
- La designación de Calles Lentas en ciudades como San Francisco, aunque sea temporal, probablemente dará lugar a reajustes permanentes del espacio pospandémico, con la posibilidad de desplazar más espacio en dirección a la naturaleza y la biodiversidad. Las calles verdes de Portland, los callejones vivientes de San Francisco y los superbloques de Barcelona son algunas de las ideas que ya están en juego en las ciudades asociadas para reducir nuestra dependencia del automóvil, mejorar la seguridad y la calidad de vida y también hacer crecer más la naturaleza (Fundación Edward Wilson, 2020).
- Nueva York cuenta con el programa PlaNYC, que busca que en 2030 cada habitante de la ciudad tenga un espacio público verde a 10 minutos caminando. Seattle tiene el plan Seattle P-Patch que apunta a construir un huerto urbano comunitario por cada 2.500 habitantes (Martínez Gaete, 2013).
- En Limerick, Irlanda, varios grupos ambientalistas están trabajando para educar a la población sobre la biodiversidad y las especies salvajes autóctonas ofreciendo caminatas guiadas, conferencias y recursos virtuales para conocer la importancia de la biodiversidad (Martínez Gaete, 2013). En Oslo, Noruega, más del 81% de sus habitantes visitó durante 2012 los bosques que rodean la ciudad, lo que demuestra el aprecio que sienten los residentes por el paisaje natural (Martínez Gaete, 2013).
- Singapur ya ha conectado sus parques, integrando 200 kilómetros de senderos mediante pasarelas elevadas que permiten que habitantes de distintos puntos de la ciudad ingresen a los parques (Martínez Gaete, 2013).
- En Nagoya, Japón, un 10% del suelo se sitúa a un costado de los límites urbanos para que quede en un estado no gestionado y se pueda proteger como reserva natural. En Vitoria – Gasteiz, en el País Vasco, la ciudad está rodeada por un cinturón verde para limitar el desarrollo de la ciudad y proteger el humedal Salburua (Martínez Gaete, 2013).
[1] Entre las que se encuentran: Barcelona – España, ciudad de Panamá – Panamá, San Francisco California en E.U.A., Singapur, Washington en E.U.A.
[2] https://www.biophiliccities.org/our-vision
Referencias bibliográficas
Fundación Edward Wilson (12 de septiembre de 2020). Ciudades biofílicas: la naturaleza en el centro de la vida urbana. https://www.climaterra.org/post/ciudades-biof%C3%ADlicas-la-naturaleza-en-el-centro-de-la-vida-urbana.
MARTÍNEZ GAETE, Constanza (11 de febrero de 2013). ¿Qué hace que una ciudad sea “Biofílica”? Plataforma Urbana. https://www.plataformaurbana.cl/archive/2013/02/11/que-hace-que-una-ciudad-sea-biofilica/.
MOLINA, Gladys Edith; et al (2020). Estudio de expansión urbana, crecimiento poblacional, consumos energéticos e índices de vegetación en el Área Metropolitana de Mendoza. Universidad de Buenos Aires. https://area.fadu.uba.ar/area-2601/molina-et-al/.
Océane Bidault (13 de abril de 2017). ¿Qué son las ciudades biofílicas? Water Logic. https://www.waterlogic.es/blog/que-son-las-ciudades-biofilicas/.
TABOADA, José (s/f). ¿Qué son las ciudades biofílicas? https://tysmagazine.com/las-ciudades-biofilicas/.
ONU Hábitat (s/f). Objetivo 11: Lograr que las ciudades sean más inclusivas, seguras, resilientes y sostenibles. https://www.un.org/sustainabledevelopment/es/cities/.
Las opiniones expresadas en este documento son de exclusiva responsabilidad de los autores y no reflejan necesariamente una posición del Gobierno Autónomo Municipal de La Paz
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