GOBERNANZA URBANA
Por: Javier Gustavo Perez Mendieta
¿Qué entendemos por gobernanza y gobernanza urbana?
El concepto de gobernanza se refiere a una forma de relacionamiento entre los gobiernos y la sociedad civil, que implica “la inclusión de los actores sociales y de los ciudadanos en las redes de elaboración e implantación de las políticas públicas” (Delgado, 2009 citando a Mayntz, 1999). Utilizando el concepto de redes, se quiere otorgar la noción de que las decisiones no dependen de un actor aislado, sino del relacionamiento y como resultado de la interacción entre varios actores. Esta red de actores involucra actores de carácter institucional de diferentes niveles de gobierno, de múltiples áreas o sectores de la administración y del sector privado como empresas, organizaciones y movimientos sociales (Vásquez, 2014).
La gobernanza fue planteada como “una situación alternativa al control jerárquico y al mercado” (Vásquez, 2014), es decir, “que evidenció tanto la incapacidad del gobierno tradicional, como del mercado, para la solución de los problemas colectivos” (Vásquez, 2014). Se aleja de prácticas verticales de decisión, como un gobierno tradicional, pero también se aleja de la postura de dejar en manos del mercado los asuntos de interés público. Este nuevo estilo de gobernar opera en un marco de negociación, coordinación, cooperación, y toma de decisiones entre actores (Vásquez, 2014; Delgado, 2009; Laboratorio para la Ciudad, s/f).
La gobernanza ha sido estudiada y aplicada a diversas escalas, de ahí que en la literatura se pueda encontrar referencias, por ejemplo, sobre gobernanza local, urbana, metropolitana o multinivel, siendo su diferencia fundamental la complejidad, tamaño, cantidad y cualidad de los actores involucrados. La gobernanza urbana, en específico, hace referencia a “la articulación entre actores públicos y privados para el tratamiento de los problemas de las ciudades” (Vásquez, 2014) o “la articulación entre instituciones, organizaciones, comunidades y personas para la gestión, desarrollo, diseño y planificación de la ciudad” (Laboratorio para la Ciudad, s/f).
La gobernanza urbana, por tanto, asume características generales y particulares. Es un estilo de gobernar caracterizado por la coordinación, cooperación y negociación entre actores que forman una red con el objetivo de tomar decisiones en torno a los problemas públicos de una ciudad. El carácter urbano en el concepto obedece a la precisión de restringirse a ciudades que asumen problemas de complejidad mayor a lo que podría denominarse como local.
En este punto, es necesario abordar dos aspectos de central importancia en el análisis de la gobernanza urbana. El primero es que en sí misma, la gobernanza no es buena ni mala, sino que su forma particular, funcionamiento y sus reglas determinan su carácter o eficiencia (Vásquez, 2014 citando a Sorensen y Torfing, 2007). Por otra parte, si bien se conceptualiza como una red de coordinación y cooperación, no puede eludirse que también puede involucrar conflicto y desigualdad de poder e influencia entre los actores de esta red, probablemente como efecto de las desigualdades de la sociedad en la que funcionan (Vásquez, 2014).
En línea con esta reflexión, el Laboratorio para la Ciudad (s/f) señala que “La buena gobernanza es aquella en la que los procesos y tejidos promueven y facilitan la transparencia, legibilidad, desarrollo sostenible y equidad. Por otro lado una mala gobernanza inhibe esto: trunca los procesos de desarrollo, nutre la desigualdad y la pobreza; sus procesos opacos van en detrimento de los derechos humanos, las libertades y el ejercicio del derecho a la ciudad; la corrupción permea, no hay procesos eficientes o eficaces en gestión y planificación urbana”.
¿Cómo funciona la gobernanza urbana?
Un aspecto clave es la posición del gobierno en la red de actores. El concepto de gobernanza implica la presencia del gobierno “no sólo como un proveedor de servicios sino como un catalizador; un actor que suma, se vincula y colabora en favor del buen funcionamiento de la ciudad y la generación de valor público” (Laboratorio para la Ciudad, s/f). De esta concepción nace el concepto de “metagobernanza”, que se refiere a “la forma en que se lideran las redes, se establecen las reglas y el contexto en que la política toma lugar” (Vásquez, 2014). De esta manera, las autoridades públicas “mantienen un conjunto de competencias, poderes y recursos que no están disponibles para otros actores”, como la emisión de normas que regulan a la sociedad o la agregación de intereses comunes para la formación de “metas consideradas como claves, los objetivos de las políticas públicas urbanas, los sectores de políticas urbanas enfatizados, los asuntos que se definen como problemas a tratar” (Vásquez, 2014).
Como se había mencionado anteriormente, la complejidad de los problemas urbanos no solo hacen que la integración de actores en una red sea éticamente apropiada sino que resulta fundamentalmente necesaria para el diseño, puesta en funcionamiento y sostenibilidad de las acciones públicas, pues involucra la discusión de conflictos de interés, la conjunción de puntos de vista de diferentes actores, la distribución de costos y beneficios entre los actores, la generación de soluciones más comprehensivas y un sentido de corresponsabilidad (Subirats, 2019; Vásquez, 2014). La gobernanza, en la práctica, puede plasmarse o tener como resultado el funcionamiento de diferentes mecanismos: alianzas público privadas, acuerdos de colaboración inter e intra administrativos, espacios para la participación ciudadana, redes de trabajo entre actores diversos, etc. (Vásquez, 2014).
La gobernanza puede verse, también, sujeta a peligros que deberán abordarse para evitar su fracaso. Vásquez (2014) analiza la posibilidad de existencia de una gobernanza urbana segmentada que produce exclusión de sectores o actores en espacios de decisión y toma de decisiones públicas por un desequilibrio en la disponibilidad de recursos que es evidencia de una desigualdad económica y social en las ciudades. Frente a estas condiciones, los gobiernos podrían actuar eliminando los efectos de los desequilibrios mediante la igualdad en la participación y procurando generar compromisos que disminuyan brechas de diferentes tipos, en un sentido de cooperación y compensación.
Los retos en la gobernanza urbana Los retos más importantes en la construcción de gobernanza urbana consisten en la generación de confianza donde existe indiferencia y competencia, el reconocimiento de la existencia de conflicto, propio de cualquier sociedad pero con el objetivo de convertirlo en innovación, un diálogo basado en intereses y valores comunes, la generación de participación y compromiso entre actores y la toma de decisiones significativas para la comunidad (Subirats, 2019) puesto que, en última instancia, las autoridades “intentan formas alternativas de gobernar, buscan construir vínculos con nuevos grupos de interés e involucrar a una ciudadanía reacia a los procesos representativos” (Vásquez, 2014).
Referencias bibliográficas
DELGADO JIMÉNEZ, Alexandra (2009) De la participación ciudadana a la gobernanza urbana: transformaciones políticas y territoriales. Seminario Un nuevo urbanismo para una sociedad transformada: Alternativas a los nuevos modelos urbanos desde una visión crítica. Universidad Internacional Menéndez Pelayo. http://habitat.aq.upm.es/boletin/n44/aadel.html Laboratorio para la Ciudad (s/f). La Gobernanza urbana. https://labcd.mx/conceptos/gobernanza-urbana
VÁSQUEZ CÁRDENAS, Ana Victoria (2014). Gobernanza y metagobernanza en políticas públicas de regeneración urbana: el caso de la ciudad de Medellín (Colombia), 2004-2011. (Tesis Doctoral no publicada) Doctorado en Ciencia Política. Departamento de Ciencia Política y Derecho Público. Facultad de Ciencias Políticas y de Sociología. Universidad Autónoma de Barcelona.
SUBIRATS, Joan (2019). Dilemas: gobierno multinivel, gobernanza en red y coproducción de políticas, en David Gómez-Álvarez, et al (Eds.) Gobernanza Metropolitana: El gobierno de las metrópolis para el desarrollo urbano sostenible (pp 92-104). Banco Interamericano de Desarrollo. https://publications.iadb.org/publications/spanish/document/Gobernanza_Metropolitana_El_gobierno_de_las_metr%C3%B3polis_para_el_desarrollo_urbano_sostenible.pdf
Las opiniones expresadas en este documento son de exclusiva responsabilidad de los autores y no reflejan necesariamente una posición del Gobierno Autónomo Municipal de La Paz.
¿Qué tan útil fue esta publicación?
¡Haz clic en una estrella para calificarla!
Puntuación media 0 / 5. Recuento de votos: 0
No hay votos hasta ahora! Sea el primero en calificar esta publicación.