AMUN/31-10-23
Los perros guardianes, las t’anta wawas (bebés de pan), flores, las ofrendas para los difuntos, las personas y su conexión con las almas, las Ñatitas, son algunos de los temas de los 14 murales que fueron pintados en el Cementerio General de La Paz y entregados por el alcalde Iván Arias como parte de las diferentes obras concluidas en el camposanto.
“Estamos pintando murales a lo largo del Cementerio General, hechos por artistas en homenaje a los que están enterrados aquí”, sostuvo el alcalde Arias, durante la entrega de varias obras por Todos Santos y al referirse a los murales pintados por artistas nacionales y extranjeros.
Artistas de Italia, Alemania, Colombia, Chile, Argentina y Bolivia pintaron los murales en diferentes pabellones, techos y cuarteles que fueron habilitados en el camposanto paceño para el Festival Urbano Ñatinta, informó la representante del Colectivo Perros Sueltos, que organiza el evento, Magda Rossi.
Recordó que los murales fueron pintados en el mes que acaba. Los artistas, agrupados en el Colectivo Perros Sueltos, pintaron un mural en homenaje a los perros que cuidan el Cementerio General, en la entrada de las oficinas de administración.
Para el alcalde Arias todos los murales que en este 2023 fueron pintados y que le dan colorido al camposanto municipal, además de las refacciones realizadas, convertirán al Cementerio General en un atractivo turístico.
“El Cementerio General tiene que ser un lugar hermoso para visitar. Estaba abandonado y nuestro objetivo es que de aquí a dos años tengamos un cementerio digno de nuestra ciudad. Aquí está enterrada la historia, está oculta la historia”, aseguró Arias.
Artistas bolivianos y extranjeros
Rossi relató que la temática de los murales está conectada a la festividad de Todos los Santos y de las Ñatitas, “la muerte y todo el patrimonio que pertenece a la cultura boliviana”. Explicó que uno de los murales más grandes que este año fue pintado es del pintor colombiano Eskibel, donde se observa a una señora que tiene en las manos una t’anta wawa, que representa el ciclo de la vida, nacimiento y muerte.
Un enfoque parecido tiene el mural pintado en un techo de los pabellones de la necrópolis, del artista italo/venezolano, Luis Gómez de Terán, “que también representa una mujer con la idea del ciclo de la vida, el nacimiento y la muerte”.
Otro de los murales de grandes dimensiones es el que pintó el chileno Juan Gálvez, quien matizó una imagen donde se observa las ofrendas por Todos los Santos en utensilios de barro, que es llevado por una mujer de pollera y que está acompañada por varias otras.
Asimismo, se puede observar el colorido de las flores y plantas colocadas en un vaso para simbolizar la sanación ante la muerte de un ser querido y denominado “Un sorbito para el corazón”, trabajado por la artista chilena Moff.
La conexión de los Putucu, las viviendas de los Chipayas, con las lechuzas sobre esas casas es la temática representada en el mural pintado por el artista chileno, Cristóbal Espinoza. En tanto, el Romoko de Alemania/Chile, elaboró una representación de un “espíritu oscilando en dos dimensiones”, que saluda a los visitantes del cementerio con el lema: “Nos vemos a la vuelta”.
En la versión 2023 del Festival Urbano Ñatinta, también participó Alan Myers de Argentina, quien pintó árboles con ramas hojas, flores y aves posadas en sus ramas, en colores, celeste, morado, anaranjado y amarillo.
Martín Gómez o Mense pintó rosas con su ramas y hojas en diferentes dimensiones, y el artista Robot de Madera de Chile, quien tiñó objetos monocromáticos semejantes a piedras, fósiles y otros objetos inertes.
A ellos se sumaron los artistas bolivianos Nayra Pacajes y Richard Miranda de La Paz, quienes pintaron t’anta wawas, un caballo, una escalera y un vaso con agua, que son los elementos que coloca la población en la mesa de Todos los Santos, para recibir a la visita de las almas de sus difuntos, cada 1 de noviembre.
Mientras que Ángela Cahuata, de Santa Cruz, pintó a una mujer que sostiene a otra mujer que se miran. La imagen muestra el vínculo y conexión, que puede interpretarse como el reencuentro “con alguien más o ella misma”, explicó la artista en el boceto que envió para participar.
También se visualiza el mural del Colectivo Runa, un rostro en primer plano de un hombre andino. Más alejado y en las partes laterales se observa a colores las t’anta wawas.
Mientras que el artista Gonzalo Barco pintó en blanco y negro las t’anta wawas dentro de un reloj y custodiadas a cada lado por canes, además se observa en el centro y a colores un bebé aun con el cordón umbilical. Además, Diego Núñez del Arco rescató una fotografía de un grupo de hombres de la provincia Yura de Potosí.
///